Es la última y más abundante del año. Se trata de las Geminidas, lluvia de meteoros que junto a las Perseidas de agosto conforman uno de los espectáculos imperdibles para los amantes de la astronomía. Sin embargo, la diferencia es que las Gemínidas tienen un mayor tamaño y surcan el cielo más lentamente, por lo que el evento es aún más disfrutable.
Según Rodrigo Contreras Ramos, astrofísico investigador del Instituto Milenio de Astrofísica y de la Pontificia Universidad Católica, la lluvia de las Gemínidas toma su nombre debido a que es alrededor de la estrella Castor, en la constelación de Géminis, la zona desde donde parecerán originarse los meteoros. Sin embargo se trata de un efecto de perspectiva, pues las estrellas de Géminis están a varios años luz de distancia y el fenómeno se produce en la atmósfera, a unos 100 km sobre la superficie terrestre.
"Estos fenómenos se forman gracias a los cometas, compuestos de material rocoso y polvo cohesionados mediante hielo. Algunos se avecinan mucho al Sol produciendo que este hielo sublime (pasa directamente de sólido a gas) y como consecuencia se desprenda el material sólido que estaba unido por este hielo. Este material orbitará el Sol al igual que el cometa progenitor; en otras palabras, el cometa dejará en su camino una estela de pequeñas rocas (generalmente no más grandes que un grano de arena) y polvo", cuenta Contreras.
"Así, es posible que la Tierra en su recorrido alrededor del Sol cruce estos residuos dejados por el cometa, los que al entrar en contacto con la atmósfera, produzcan esta lluvia de estrellas fugaces o en lenguaje técnico una lluvia meteórica (...) sin embargo, en el caso de las Gemínidas se cree que la cola de residuos no provendría de un cometa sino que de un asteroide que al acercarse demasiado al Sol podría fracturarse liberando material", afirma.
El astrofísico asegura que aunque el fenómeno tiene su inicio este viernes 4, el período de mayor actividad "serán las noches del 13 al 14 y del 14 al 15 de diciembre, donde se podrán visualizar hasta 50 estrellas fugaces por hora, dependiendo de las condiciones del cielo".
La buena noticia es que este año será muy favorable, ya que alrededor del 13 de diciembre la Luna desaparecerá bajo el horizonte cerca de las 21 horas, dejando para la madrugada un espléndido cielo negro que permitirá una mejor visibilidad.
Y en Chile, ¿dónde se verán mejor?
De acuerdo al experto, mirar en dirección a la constelación de Géminis aumenta la probabilidad de divisar estrellas fugaces. Sin embargo, no es estrictamente necesario mirar hacia esta constelación en particular, sólo basta mirar hacia arriba pues los meteoros aparecerán de manera aleatoria a través de todo el cielo.
"Esto significa que las probabilidades de detectar meteoros son mayores en la zona norte del país pero de todos modos serán visibles a lo largo de todo Chile, incluso en la zona más austral donde la constelación de Géminis se encontrará más baja en el horizonte", apunta.
Consejos
En cuanto a los consejos para ver la lluvia de meteoros, Rodrigo Contreras Ramos indica que desde la ciudad la visualización será poca o nula. "Como recomendación, lo mejor es alejarse de las grandes luces ya que muchos meteoros son débiles y la contaminación lumínica los opaca por completo. También es importante evitar edificios y árboles que puedan minimizar el campo de vista, tener en cuenta que pocas veces los meteoros aparecen inmediatamente y que el ojo toma una media hora aproximada en adaptarse a la oscuridad".
"Así, las mayores probabilidades de cazar estrellas fugaces aumentarán si dirigimos la visión hacia la constelación de Géminis, siendo lo óptimo alrededor de las 3:00 de las madrugada de los días 14 y 15 de diciembre", señala.
El astrónomo también asegura que en este caso, no se necesita ningún equipamiento especial. "Usar un telescopio para una lluvia de meteoros es una muy mala idea. Lo que uno busca para estos acontecimientos es abarcar la mayor cantidad de cielo posible, justamente lo contrario al efecto que produce un telescopio, que se concentra en una muy pequeña porción del cielo".
"Usar binoculares podría ser una mejor idea pues su campo de visión es mayor, pero sin duda la mejor manera de contemplar este espectáculo es simplemente recostarse, mirar hacia arriba a ojo desnudo y disfrutar. La regla principal es, mientras más cielo tenga a mi disposición, mejor".
Para quienes deseen fotografiar el espectáculo, la manera más segura es utilizar una cámara reflex digital montada en un trípode. Al no poder anticipar cuándo y por donde aparecerá una estrella fugaz, lo mejor es es tomar tantas fotos como se pueda con un objetivo gran angular para poder abarcar la mayor área de cielo posible. "La clave está en que la cámara esté quieta durante exposiciones largas, o sea manteniendo abierto el obturador durante varios segundos. Esto difícilmente se puede lograr con las cámaras incluidas en los celulares a menos que cuenten con alguna función que permita jugar un poco con las velocidades y aperturas", indica Contreras.
Aún así, existen algunas aplicaciones útiles para dispositivos móviles que utilizan el GPS y giroscopio para ver dónde y en qué dirección estamos mirando, e incluso no utilizan conexión a internet, por lo que pueden emplearse en cualquier lugar. Las más populares son Distant Suns, Star Map o Sky Safari.
Finalmente, el experto aconseja que no hay que desanimarse si vemos sólo una o dos estrellas por minuto, y que en absoluto debemos esperar un cielo como "una noche de año nuevo". Por ello, la idea es "un cielo abierto, oscuridad adecuada, paciencia y si es posible buena compañía. Y mientras más mires hacia arriba, más deseos podrás pedir".
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